
“LO HAGO POR DEFENDER MI TIERRA”Respecto de la cabalgata, este viejo patagón sostiene, con una lucidez que asombra, que “esta puede ser mi última lucha, pero lo hago por defender mi tierra. Ahora voy a entrar a Coyhaique a caballo. La última vez que lo hice fue en 1939. Mis padres están enterrados a orilla del Baker y mis huesos también deben quedar ahí”.José Cecilio Olivares fue agricultor y ganadero del sector del río Neff, otro afluente del Baker. Por sus problemas de salud tuvo que irse a vivir a la localidad de Cochrane y hace dos años que no montaba un pingo, pero cuando su hijo Aquilino le contó esta travesía, sin pensarlo dos veces, desempolvó facón y aperos y le dijo a su cría (así se refiere a sus hijos) que lo iba a acompañar en la cabalgata.Ya llevamos 4 días y el viejo no decae. Por cierto, Aquilino, de 37 años, ni se inmuta, porque conoce a su padre y porque es madera del mismo roble.Finalmente, don Chilo me mira a los ojos y me dice “esta cabalgata es única en la historia, en el sentido del sentimiento que los pobladores ponemos para pedir lo que creemos que son nuestros derechos como pioneros del río Baker”.Ese es el espíritu que acompaña a mujeres y hombres que enfilan sus pingos y pilcheros hacia Coyhaique. Nada los va a detener, ni el clima, ni la accidentada geografía, ni mucho menos todo el dinero que las empresas transnacionales ponen para comprar las aguas de la reserva del vital elemento más grande del mundo, que además es patrimonio de todos y de cada uno de los chilenos.Crónica de Enrique Osorio G.Carretera Austral km 1240
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